- ¿Cómo te llamas?
- Julio Craso.
-¿Nombre?
- Marcos, señor.
- El nombre de mi padre.
- Debían conocer la fuga de Máximo al encontrar los cuerpos
de los cuatro.
- Creyeron que fue un asalto bárbaro.
-Son buenos hombres,
señor. Leales al emperador.
- ¡Carguen las flechas!
- ¡ Listos para disparar!
- Entonces tal vez eras tú el que lo sabía y no me lo
dijiste.
- Yo no lo sabia.
- ¿No lo sabías?. Pero un general siempre controla todo. Siempre
está al mando, ¿no?
- Sí, César.
- Entonces da la orden, Dilo.
- ¡Disparen!
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