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domingo, 1 de febrero de 2015

ANTIGUO TESTAMENTO 13

LA TIERRA PROMETIDA
LA TIERRA PROMETIDA

La tierra prometida por Dios era una región riquísima. Limitaba al norte con Fenicia y Siria, al Sur con Idumea, al Este con el desierto de Arabia y al Oeste con el Mediterráneo. Su extensión era 20.000 kilómetros cuadrados aproximadamente. Cruzada por el río Jordán. Su clima era bueno aunque algo caluroso. Su suelo, muy fértil, favorecía el cultivo del olivo, cereales y frutas. Una cordillera que se extiende de Norte a Sur, facilitaba en sus valles los pastos que precisaba el ganado.



EL PASO DEL JORDÁN
EL PASO DEL JORDÁN

Dios dijo a Josué: "Tú eres el elegido para conquistar el país que yo prometí a vuestros padres. Ten valor. Reúne a tu pueblo y cruza el Jordán. Yo estaré contigo".     Josué mandó avanzar hacia el río, y entonces se obró el prodigio. Las aguas se separaron, y los israelitas pasaron a pie firme por el seco cauce del Jordán.


SITIO DE JERICÓ
SITIO DE JERICÓ

Jericó, al otro lado del Jordán, era la primera ciudad que debían atacar. El Señor dijo a Josué: "Dad la vuelta a la ciudad durante siete días. Al finalizar la última vuelta tocad las trompetas y las murallas se desplomarán". Así lo hizo Josué, mientras los defensores de Jericó se burlaban de las trazas de aquel singular ejército.


TOMA DE JERICÓ
TOMA DE JERICÓ

Cumplió Josué lo ordenado por el Señor, y al sonido de las trompetas, cayeron las murallas, y los israelitas se lanzaron al asalto, tomando la ciudad con relativa facilidad.


JOSUÉ DETIENE EL SOL
JOSUÉ DETIENE EL SOL

Algunos reyes se opusieron al avance de los israelitas, pero Josué los derrotó. En una ocasión, queriendo completar su victoria antes de que se hiciera de noche, Josué ordenó al Sol que se parara. Y el Sol detuvo su curso, hasta que los israelitas consumaron su triunfo.


 CONQUISTA DE CANAÁN
 CONQUISTA DE CANAÁN

No fue fácil conquistar la tierra de Canaán, pero con la ayuda de Dios, finalmente, después de siete años de continuas luchas, consiguió Josué poner bajo su dominio todo el territorio prometido por el Señor.


MUERTE DE JOSUÉ
 MUERTE DE JOSUÉ

Cumplida su misión, Josué, que sabía que la hora de su muerte estaba ya cercana, convocó a su pueblo, les dio sabios y prudentes consejos y les hizo prometer fidelidad a Dios. Tranquilo, Josué a la vista de esta promesa, se durmió a la paz del Señor, a los ciento diez años de edad.



REPARTO DE LA TIERRA PROMETIDA

REPARTO DE LA TIERRA PROMETIDA

Antes de morir, Josué había repartido el país conquistado.  Dio una parte a cada tribu, excepto a la de Levi, que fue consagrada al servicio sacerdotal.  Manasés y Efraím, los hijos de José, fueron considerados, según dispuso Jacob, como cabezas de tribu, dándose una parte a cada uno. 

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