Sila propugnaba
el mos maiorum, aquellas costumbres ancestrales consagradas por la tradición
que designaban a la aristocracia terrateniente como dirigente tanto en la paz
como en la guerra, mientras que Carbón era partidario de la hegemonía del comercio
y los negocios, de la gestión de los caballeros y de los tribuni aerarii. Como
ninguno de los dos bandos se avenía a compartir el poder, uno de los dos había
de obtener la hegemonía mediante otra guerra civil de romanos contra romanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario