A ti
también te perdono, Marco Favonio. No forma parte de mi política castigar a los
hombres decentes sólo porque tengan ideas equivocadas. Lo que espero es que
todos nos veamos en Roma algún día trabajando juntos por su bienestar. ¿Qué
quieres hacer? Te daré una carta para Vatinio, que está en Brundisium, y le
diré que te proporcione lo que desees.
No hay comentarios:
Publicar un comentario