Lo que quiero decir es que ninguna de las esposas de
Antonio fue una buena esposa. Pretendo ser la esposa perfecta, la clase de
esposa que Catón el Censor si hubiese aprobado, aquel viejo machista. Los
hombres tienen prostitutas y amantes para su gratificación física, la clase de
alivio que no pueden obtener de sus esposas porque se supone que las esposas no
saben cómo complacer a un hombre físicamente. Las esposas que saben cómo
gratificar a un hombre son sospechosas. Como una esposa virtuosa, no me
comportaré de manera diferente o mejor que cualquier otra esposa virtuosa. Pero
me aseguraré de que cada vez que vea a Antonio sea una persona educada,
interesante y también placentera con la cual pasar el tiempo. Después de todo,
me crié en una casa política donde escuchaba a hombres como Divus Julius y
Cicerón y estoy excepcionalmente bien educada. También seré una madre
maravillosa para sus hijos.
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