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domingo, 27 de julio de 2014

LUCIO SICIO DENTATO, EL SOLDADO MÁS VALIENTE DE LA ANTIGUA ROMA



Lucio Sicio Dentato (en latín, Lucius Siccius Dentatus; 514 a. C.?-450 a. C.?) fue un militar y político romano del siglo V a. C. Ocupó el cargo de tribuno en el 454 a. C., y estaba considerado como el soldado más valiente de Roma, siendo conocido como "el Aquiles romano".2
 
Su cognomen Dentatus significaba "nacido con dientes".
 
De origen plebeyo, inició su carrera militar a los 17 años, y durante sus más de 40 años de servicio participó en 120 batallas y fue herido 45 veces ( ninguna de ellas en la espalda), matando a unos 300 soldados enemigos.
 
Recibió innumerables condecoraciones al valor, si bien las cifras exactas difieren según las fuentes. Algunos autores hablan de 170 condecoraciones, mientras otros elevan aún más esa cifra. Según el relato de Dionisio de Halicarnaso, se trataría de 14 coronas civiles, coronas murales, y 8 coronas más; 83 tiaras de oro; 160 brazaletes de oro; 18 lanzas y otras 25 condecoraciones más (quizás guirnaldas). También, según Plinio el Viejo, fue condecorado con la Corona gramínea; la más alta condecoración militar romana, concedida únicamente en 9 ocasiones en toda la historia de Roma.
 
En la antigüedad, era normal la práctica del duelo, aunque con el tiempo el orgullo y el honor pasaron a segundo plano dando paso sólo a la astucia, la táctica y lo más codiciado por los romanos: el botín de guerra. Los duelos se realizaban para evitar que dos tropas se enfrentasen. Un ejemplo de ésta puede ser la historia de Tito Manlio Torcuato y su legendario duelo contra el gigante galo o bien pueden mirar la escena de la película de Troya (2004) en donde veréis el típico enfrentamiento entre dos ejércitos pero que no intercambian ningún tipo refriega, sólo deciden la batalla con un duelo entre los dos hombres más fuertes. Si tu campeón caía, el resto del ejército se desmoralizaba y abandonaba el campo.

 

Lucio en sus campañas de guerra participó en 120 duelos, los cuales sobrevivió a todos y no sólo eso: no tenía cicatrices en la espalda, todas en la zona frontal lo cual le añadía, según los cánones romanos, más admiración todavía. 


Hay varios libros que destacan este detalle de las cicatrices y no me extrañaría en nada que se alabe semejante marca. Un soldado sin cicatrices probablemente entre los romanos podía significar sólo una cosa: nunca se había enfrentado ni matado a nadie. Un soldado romano que sólo tenía cicatrices en su cara, pecho y brazos probablemente podría significar una cosa: era una máquina de luchar.

 
En pocas palabras: enfrentarte a Lucio Sicio Dentatus era sinónimo de querer morir. Esta facilidad para acabar con el enemigo tanto en duelos como en formación le forjó una gran reputación. Lamentablemente, por la época en que vivía y las pocas referencias que tenemos de diferentes autores es complicado poner a tal personaje a la altura de otros que fueron más ricos, por lo tanto, con más posibilidades de trascender mediante libros.

 
Pese a ser todo un icono militar, Dentato fue también conocido por su defensa en favor de la igualdad entre patricios y plebeyos.
 
Murió en torno a los 60 años de edad, presuntamente asesinado por los hombres del decenviro Apio Claudio, debido a sus discrepancias políticas con los decemviros. Según se cuenta, de los 25 hombres que fueron a matarle, sólo 10 salieron ilesos.
 
Para paliar la indignación popular que suscitó su asesinato, en Roma se celebró un funeral de estado con todos los honores. Sin embargo, el decemvirato caería poco tiempo después, en el 449 a. C.







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