«En
las horas meridianas del sol, cuando ya el día comienza a declinar, dijo que
vio con sus propios ojos, en pleno cielo, superpuesto al sol, un trofeo en
forma de cruz, construido a base de luz y al que estaba unido una inscripción
que rezaba: "Con este vence". El pasmo por la visón lo sobrecogió a él y a
todo el ejército, que lo acompañaba en el curso de una marcha y que fue
espectador del portento».
No hay comentarios:
Publicar un comentario