En cuanto a Cleopatra, mi honor y seguridad vinieron,
por obra de las circunstancias, a estar comprometidos con los de ella.
Por cierto que Cleopatra me encantaba y aún me encanta. Es una mujer de
energía y ambiciones inmensas, extremadamente inteligente, osada y sin
piedad. En estos aspectos me recuerda a Fulvia, que estuvo casada con Clodio
y es ahora la mujer de Antonio. Pero Cleopatra tiene una especie de gracia y
encanto femeninos y sinuosos que le faltan a Fulvia. De las dos mujeres, Antonio
indudablemente preferiría a la reina de Egipto. Y por cierto que, después de
haberla conocido recientemente en Roma (creo que permanecerá aquí aún
unos días más), Antonio me habló de ella con extraordinario entusiasmo y
me expresó la envidia que me tenía por el dominio que aún ejerzo sobre
ella. Personalmente sé que ese dominio me viene, ante todo, de mi
posición de poder. Cleopatra me lo debe todo, y sólo yo puedo garantizarle
la posesión de lo que tiene. Si Antonio se hallara en mi lugar ella bien pronto
le dedicaría su afecto y (ésta es una cualidad bastante encantadora de ella) se
persuadiría de que ese cambio de sus sentimientos era sincero y desinteresado.
Probablemente esto no sería bueno para Antonio, a quien lo domina demasiado
fácilmente la pasión, y podría verse inducido por ella a obrar contra las
mejores decisiones de su juicio. Y no es que piense que ella no sienta
afecto por mí. Es más aún, hasta es posible que me ame en la medida en
que es capaz de amar a alguien. Yo la complací de muchas maneras y no
poco con el hecho de que la comprendo. Cleopatra puede ser honesta
conmigo, puesto que no me escandalizan ni me sorprenden sus pensamientos
y planes. Y para ella constituye un alivio poder ser de vez en cuando honesta.
Está también orgullosa de haberme dado un hijo, y yo le he permitido que llame
al niño Cesarión; pero en estas cosas no puede esperarse que las mujeres sean
del todo honestas y creo que sólo el tiempo habrá de indicar si el niño
es mío o no. Probablemente lo sea, pero también es posible que sea hijo
de Apolodoro el Siciliano, que fue fiel amigo de Cleopatra y, según
imagino, también su amante.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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