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sábado, 11 de diciembre de 2021

CÉSAR DICE SOBRE LOS DIOSES

 

¿Cómo pueden los dioses escuchar los ruegos de los mortales, que no saben siquiera lo que están diciendo?.




JULIANO EL APÓSTATA DICE SOBRE EL TEMIDO EMPERADOR CONSTANCIO II

 

Constancio era tímido con todo el mundo. Tenía dificultades para hablar, salvo cuando podía hacerlo desde el trono. Con excepción de su esposa, Eusebia, y del gran chambelán, no mantenía relaciones intimas con nadie. Era un hombre extraño. Ahora que ocupo su lugar le tengo más simpatía que entonces, aunque no me gusta. Había crecido su desconfianza al tener que tratar con personas algo más inteligentes que él. Esto, unido a su inquietud, lo convirtió en un hombre humanamente inaccesible. Como estudiante había fracasado en retórica por la lentitud de su mente. Más tarde se dedicó a escribir poesía, hecho que produjo embarazo en todos. Su único ejercicio «intelectual» se realizaba alrededor de las disputas galileas. Me han dicho que para esto poseía bastante talento, pero cualquier sofista de aldea podría hacerse famoso en un sínodo galileo.





SÓCRATES DICE SOBRE LA AMISTAD

Preferid, entre los amigos, no sólo a aquellos que se entristecen con la noticia de cualquier desventura vuestra, sino más aún a los que en vuestra prosperidad no os envidian.




SALOMÓN DICE SOBRE EL TRABAJO



Más vale el que trabajo y le sobra de todo que el que anda gloriándose y carece de pan.

LISANDRO DICE SOBRE LA FORMA DE ENGAÑAR

 




A los niños los engaño con juguetes, y a los mayores con perjuicios.


miércoles, 8 de diciembre de 2021

CÉSAR DICE SOBRE LOS POETAS

 

Necesitamos poetas para el nuevo mundo que está naciendo y, a medida que dicho mundo adquiera forma, no me sorprendería ver a un gran poeta dedicar su genio a una gran idea política o nacional en lugar de los habituales temas de amor y de odio.




OBRA LITERARIA DE MARCO TERENCIO VARRÓN

 

 

La larga vida de noventa años de Marco Terencio Varrón transcurrió durante prácticamente todo el período de agitación (de ll6 a 27 a. C). Luchó del lado de Pompeyo, pero se sometió a César y fue perdonado. Escribió prolíficamente; según algunos informes, fue autor de casi 600 volúmenes. Pero sólo dos de sus libros sobreviven. Uno de ellos es una parte de un libro sobre la lengua latina, y el otro, escrito a los ochenta años, es un tratado sobre la agricultura, que es quizá el más importante libro sobre el tema que nos ha llegado de la antigüedad.

 

( Isaac Asimov)




CIMÓN DICE SOBRE LA UNIÓN

 

Atenas y Esparta son como un excelente tronco de caballos. Si corren juntas, ganarán todas las carreras.




EL CÓNSUL CAYO FULVIO PLAUCIANO

 

Cayo o Gayo Fulvio Plauciano a​ (nacido en 150 y muerto el 22 de enero de 205) fue un militar y político romano, emparentado con la dinastía Severa por vía materna, bajo cuyo gobierno desarrolló su carrera. Era originario de Leptis Magna,​ al sudeste de Cartago (actual Libia, Norte de África).

 

Plauciano era primo por parte de madre del emperador Septimio Severo. Fue nombrado prefecto del pretorio al mando de la guardia pretoriana en 197. Debido a su amistad con Severo, éste le nombró con varios honores entre los que se cuentan la insignia consular, un sitio en el senado y un consulado en 203.

 

Plauciano ayudó a Severo a administrar el imperio, llegando a ser el segundo hombre más rico y poderoso de Roma tras el emperador, lo que fue causa de preocupación para la emperatriz Julia Domna y para Caracalla. En 202, casó a su hija Fulvia Plaucila con Caracalla, hijo de Severo, en Roma. El matrimonio no fue feliz.

 

En 205 Plauciano inició un complot para derrocar a la familia de los Severos. Cuando el plan fue descubierto, la familia imperial ordenó su muerte, que se ejecutó el 22 de enero 205.​ Tras ella, se confiscaron todas sus propiedades, su hijo con el mismo nombre, su hija y su nieta fueron exiliados a Sicilia y más tarde a Lipari y su nombre fue borrado de los monumentos públicos.​ Finalmente toda su descendencia fue estrangulada por mandato de Caracalla en el año 212.



martes, 7 de diciembre de 2021

CÉSAR DICE SOBRE LA RELACIÓN MILITAR DE LÚCULO

Lúculo, teniendo todas las cualidades que un general podía desear, carecía de aquella que, en nuestros días, es la más importante de todas: era ignorante de la naturaleza humana, de cuyas potencias no sabía aprovecharse y desdeñó utilizar sus debilidades. Con todo derecho, exigió mucho de sus hombres, pero sin darles a cambio ni la seguridad de la camaradería que Mario y yo diéramos a nuestras tropas, ni los placeres y excitaciones de esa cínica irresponsabilidad que Sila solía desplegar en sus deliberadas alternancias entre la disciplina más estricta y la más abandonada. A decir verdad, Lúculo se apoyaba en una disciplina fuera de uso. En nuestros días, los soldados piden cuando menos la satisfacción de ser tratados como seres humanos.






lunes, 6 de diciembre de 2021

DEMÓCRITO DE ABDERA DICE SOBRE LA SALUD

 

Salud piden los hombres a los dioses en sus oraciones, pero no se percatan de que tienen en sí mismos control sobre ella y en que, como hacen por su desenfreno lo contrario de lo debido, se convierten en traidores de su salud por sus propios apetitos.








DIONISO. MITO Y CULTO, por WALTER F. OTTO

 


DIONISO. MITO  Y CULTO, por WALTER F. OTTO




Más de medio siglo después, la obra de Walter F. Otto sigue siendo referencia obligada para todo estudioso de la mitología griega, aunque las tesis que defienda se aparten significativamente de los enfoques habituales. Su profundo y preciso conocimiento de las fuentes y la cultura griegas son admirables, pero esto no le impide atacar despiadadamente las diferentes hipótesis racionalistas en su intento de adecuar artificialmente a la mentalidad moderna lo que para él representa la verdadera esencia religiosa del espíritu griego, que, como argumenta en esta obra clásica, sólo puede conocerse entendiendo el sentido primigenio del antiguo culto ceremonial y del mito.


domingo, 5 de diciembre de 2021

CÉSAR DICE SOBRE LA CRUELDAD


Siempre tuve tendencia a la misericordia cuando ésta puede practicarse sin peligro. Y tal tendencia mía se debe de un lado a que me disgusta la crueldad, porque fui testigo de demasiadas crueldades en mi juventud, y de otro, al saber que, en última instancia, por más violencia que uno pueda emplear para obtener el poder, es posible conservarlo sólo si uno se granjea la buena voluntad de aquellos a quienes se ha sometido.