Aquel que tú lloras por muerto, no ha hecho más que precederte.
Cualquiera puede quitarle la vida a un hombre libre, pero no la muerte; mil
puertas abiertas conducen a ella. El día ese que temes como el último de tu
vida, es el de tu nacimiento a la eternidad. El mayor de los males es salir del
número de los vivos antes de morir. Incierto es el lugar donde la muerte te
espera; espérala, pues, en todo lugar. Necesitamos la vida entera para aprender
a vivir, y también-cosa sorprendente-para aprender a morir. Quien teme la
muerte, nunca hará nada propio de un hombre vivo.
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