Púnico (m. c. 153 a. C.) fue un caudillo de los lusitanos que
comandó en el contexto de las guerras lusitanas a estos en contra de los
romanos.
La palabra "púnico"
(punicus) era usada por los romanos para referirse a los cartagineses y
fenicios, posiblemente como consecuencia de un préstamo del griego antiguo
phonikeos. La cuestión de un lusitano recibiendo este apelativo no tiene fácil
respuesta, pero la teoría mayoritaria, dados los informes sobre presencia
mercenaria lusitana en las poblaciones fenicias en el sur de la península, es
que Púnico podría haber ganado este sobrenombre a través de la experiencia
militar en esta región.
Una crónica de 1677 recoge el
nombre de este caudillo como "Apimano".
Aunque los escritores antiguos
mencionan a menudo la falta de tierras y pobreza de los lusitanos, lo cierto es
que estos no carecían de ciudades y desarrollo.
El antropólogo Julio Caro
Baroja considera que lo que había entre ese pueblo era un conflicto social
de raíces étnicas, económicas —latifundismo— o legislativas. Fuera por la razón
que fuese, lo cierto es que aquellos menos favorecidos por la fortuna se
dedicaban al bandidaje, como dice Diodoro de Sicilia:
Existe una costumbre particular
y propia de los hispanos que se manifiesta de manera singular entre los
lusitanos: cuando los jóvenes llegan a la edad adulta, aquellos que son más
pobres, pero que sobresalen por su fuerza y valor se encaminan a las montañas.
Allí se unen en grandes cuadrillas y se lanzan sobre las tierras llanas
acumulando riquezas a través del pillaje. Por tanto, no se trataba de un
bandidaje tribal, como el que era habitual en el norte peninsular, sino basado
en la pobreza de un sector de población.
Los lusitanos son mencionados
como enemigos de Roma por vez primera en el año 194 a. C., cuando una partida
saqueó el valle del Guadalquivir hasta que fue rechazada por Escipión Násica.
Estas incursiones continuaron durante los años siguientes pero, al carecer de
continuidad, no podían ser consideradas como una guerra, sino que obligaban a
que Roma realizara más bien actuaciones policiales para combatirlas.
La situación cambió con la
aparición en 155 a. C. de Púnico al frente de un ejército formado por lusitanos
y vetones que saqueó el sur de la península ibérica. El pretor Calpurnio
Pisón envió contra ellos un ejército de 15 000 hombres comandado por Marco
Manlio. El choque supuso la muerte de unos 6000 legionarios y desencadenó
la alarma en Roma.
Entre los años 155 y 153 a. C.
las fuentes señalan que se dedicó a «saquear los territorios de los aliados de
Roma». Dirigió incursiones lusitanas en la Bética y también en el territorio
de la costa mediterránea aliado, según Apiano, a los vetones. Los
enfrentamientos supusieron la muerte en combate del cuestor Terencio Varrón
y constantes asaltos a las ciudades. Incluso las localidades fenicias costeras
suplicaron ayuda a Roma.
Púnico murió en combate en el
área mediterránea de la península ibérica y fue sustituido por Césaro,
quien llegó con sus hombres hasta Sexi y dominó toda la costa meridional menos
las ciudades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario