Quinto Cecilio Metelo Nepote (en latín, Quintus Caecilius Metellus
Nepos; 100 a. C.-55 a. C.) fue un político de la época final de la República
romana, hijo de Quinto Cecilio Metelo Nepote. Quinto pertenecía a la familia
Metela de la gens Cecilia. Obtuvo el cargo de tribuno de la plebe en 63 a. C.;
el de pretor en 60 a. C.; el de cónsul en 57 a. C.; y el gobierno proconsular
de la provincia de Hispania Citerior en 56 a. C.
Nepote y su hermano, el también
cónsul Quinto Cecilio Metelo Céler, fueron legados de 67 a. C. a 63 a.
C. de Cneo Pompeyo Magno en sus campañas en Asia contra Mitrídates VI
del Ponto, Tigranes el Grande de Armenia y los piratas. A su regreso
a Roma se presentó al cargo de tribuno junto a su hermano Metelo Céler y ambos
fueron elegidos el mismo año de Marco Porcio Catón. Durante su tiempo en
el cargo los dos hermanos llevaron a cabo una violenta campaña contra Marco
Tulio Cicerón que tenía al pueblo y al Senado en contra debido a las
ejecuciones ilegales de ciudadanos romanos que habían estado implicados en la
conjuración de Lucio Sergio Catilina, como el padrastro de Marco
Antonio, Publio Cornelio Léntulo Sura.
Nepote y Céler propusieron, a
petición de César con el que en ese momento mantenían buenas relaciones,
que Cneo Pompeyo Magno volviera con su ejército del este para restaurar el
orden, pues empezaban a generalizarse los disturbios, y para proteger a los ciudadanos
de castigos arbitrarios como los efectuados por Cicerón. Las partes se
encontraban en estado de gran exaltación: el día en que el proyecto de ley iba
a ser presentado, Catón trató de impedir su lectura, pero fue expulsado del
foro por la fuerza. Pronto, sin embargo, volvió con el apoyo de un gran número
de miembros de la aristocracia y esta vez la propuesta fue rechazada. Metelo
Nepote se vio obligado a huir a África donde se encontraba Pompeyo. El Senado
propuso privarlo de su cargo y, de acuerdo, con algunas versiones de hecho lo
hicieron.
En 60 a. C. se presentó con
éxito a la pretura gracias al apoyo de Pompeyo, que había regresado a Roma, y
en 57 a. C. obtuvo el consulado junto a Publio Cornelio Léntulo Espínter
como colega. Nepote y Céler se reconciliaron con Cicerón, que aún estaba en el
exilio. La influencia de ambos hermanos consiguió que el célebre orador fuera
llamado del destierro, al que había sido condenado debido a sus cuestionables
actuaciones consulares, con el objeto de combatir a Publio Clodio Pulcro.
Cicerón le escribió para expresar su gratitud; en discursos posteriores con
frecuencia elogiaba su moderación y magnanimidad.
En 56 a. C., Nepote obtuvo el
gobierno proconsular de Hispania Citerior, donde conquistó La Coruña, lugar
donde los vacceos habían derrotado de una forma aplastante a su padre, Quinto
Cecilio Metelo Nepote. Pero al año siguiente, 55 a. C., los vacceos
reconquistaron la ciudad de Clunia y avanzaron con fuerzas tan considerables
que Metelo no se atrevió a enfrentarlos. Metelo parece que murió en el curso de
ese año, tras su regreso a Roma, ya que su nombre no vuelve a aparecer. En su
testamento nombró a Carrinas (probablemente el cónsul del año 43 a. C.)
heredero de todas sus propiedades, pasando por encima de todos los Metelos y
también de los Claudios Pulcros, con los que estaba emparentado.
Metelo no se adhirió
estrictamente a los principios políticos de su familia. No apoyó a la
aristocracia, al igual que su hermano, ni, por otra parte, puede decirse que
fuese un líder de los populares. De hecho, era poco más que un siervo de
Pompeyo y, de acuerdo a sus órdenes, en algunos momentos se opuso a Cicerón y
en otros lo apoyó.
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