Marco Antonio Primo (30/35 - 81) fue un político y militar del
Imperio romano.
Primo nació en la población de
Tolosa, situada en la Galia Narbonensis. Durante el imperio de Nerón
residió en Roma y perteneció al Senado, del que fue expulsado por falsificar un
testamento y se le condenó al destierro. Posteriormente fue restituido por
Galba, que lo posicionó al mando de la Legio VII Gemina estacionada en
Pannonia.
Durante la guerra civil de
68/69 conocida como el Año de los cuatro emperadores se unió a Vespasiano
y avanzó hacia Italia obteniendo una victoria decisiva contra Vitelio en
la segunda batalla de Bedriacum en octubre de 69 e incendiando ese mismo día
Cremona. Tras el saqueo de la ciudad continuó avanzando hacia Roma, donde
penetró tras hacer frente a una enconada oposición. Vitelio fue aprehendido y
ejecutado y, durante los días siguientes a la muerte del emperador, Primo
ejerció prácticamente como gobernador hasta la llegada del gobernador de Siria Cayo
Licinio Muciano. Muciano le obligó a renunciar a su autoridad y lo trató de
una manera tan ignominiosa que Primo se marchó de la ciudad.
Es probable que Primo estuviera
aún vivo durante el reinado del hijo menor de su antiguo aliado, Tito Flavio
Domiciano, teoría corroborada por cuatro epigramas de Marcial que
estaban dedicadas a él.
Tácito lo describe como un hombre valiente, un
hábil orador y de gran inteligencia, poderoso en tiempos turbulentos, pero
codicioso, extravagante y vil durante la paz, no era un enemigo al que se debía
subestimar.
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