La insubordinación sea militar
o política es insubordinación, y como tal amenaza contra la legalidad del
Estado Romano, y no existe insubordinación inofensiva. Cuando se produce, hay
que castigarla, incluso con la muerte. Así que cuando se produzca, en vez de
preocuparte, échate a reír, y sencillamente aplica la Ley contra quienes la
quebranten, seguida del castigo ejemplar para el caso.
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