Una vez lloré por ti. Y te
gustó. Ahora siento ganas de volver a llorar por ti; pero no te agradarán esas
lágrimas. Porque son de aflicción al ver el final de un gran hombre; pues ahora
me doy cuenta de que eres un hombre que ha caído tan bajo que quieres vengarte
de niños. La hija de Cinna tiene doce años, y mi hijo dieciocho. ¡Son unos
niños!. Sin embargo la viuda de Cinna se pasea por Roma con toda impunidad
porque se ha casado con otro, y ese otro es de los tuyos. La hija de Cinna está
en la pobreza, sin poder marcharse del país: otra niña. Mientras que la viuda
de Cinna, que no es ninguna niña, medra como nunca. Claro que las hijas de Cinna
son pelirrojas. ¿Es de una de ella esa peluca que llevas en la cabeza?.
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