Desde los siglos transcurridos
desde la primera sublevación plebeya, la categoría de patricio ha ido perdiendo
relevancia. La única ventaja que posee un patricio es que puede acceder a
cargos religiosos vedados a un plebeyo. Y no considero que esta situación
corresponda al mos maiorum tradicional. Los patricios proceden por limpio
linaje de la época anterior a los reyes; y el simple hecho de que existan
demuestra que sus familias han servido a Roma desde hace más de quinientos
años. Por lo tanto, creo que es justo a tenor de ello que los patricios gocen
de algún honor particular, secundario quizá, pero exclusivo. Por consiguiente,
voy a permitir que los patricios puedan acceder al cargo curul de pretor o
cónsul dos años antes que los plebeyos.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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domingo, 28 de abril de 2019
DIGESTO DEFINE AL PROXENETA
Proxeneta es aquella persona
que tiene esclavas trabajando como prostitutas, así como aquél que aporta
personas libres con el mismo fin. Está sujeto a castigo por proxenetismo tanto
si dicha actividad constituye su principal negocio, como si la realiza como una
actividad secundaria de otro negocio, como por ejemplo si se trata del
propietario de una taberna o de unas caballerizas y tiene a dichas esclavas
trabajando allí, aprovechándose de la situación para ganar dinero, o si se
trata del encargado de unos baños, como sucede en algunas provincias, y tiene a
esclavas encargadas de guardar la ropa de los bañistas y ofrece también sexo en
su lugar de trabajo.
(Ulpiano, en "Sobre el
edicto del pretor", en Digesto )
PUBLIO TITIO
Publio Titio (o Ticio) (en
latín, Publius Titius) fue un tribuno de la plebe de la antigua Roma en el 43
a. C. que propuso la ley que creó los triunviratos de ese año. Poco antes había
destituido a su colega Publio Servilio Casca porque había huido de Roma por
temor a la venganza de Cayo Julio César Octaviano por su implicación en el
asesinato de Julio Cesar. Murió aquel mismo año, durante su año en el cargo de
tribuno, cumpliendo así con la leyenda de que el que privaba a un colega de su
magistratura, no vivía para ver el final de la suya propia.
DISCURSO DE PUBLIO VENTIDIO BASSO A LOS 600 CENTURIONES DE SUS LEGIONES PARA EXPLICAR EL PLAN DE BATALLA CONTRA LOS JINETES CATAFRACTARIOS PARTOS EN LAS PUERTAS CILICIAS
No he podido confirmar si Pacoro manda su ejército en persona pero
lo que tenemos que hacer, muchachos, es tentar a los partos para que carguen
contra nosotros montaña arriba sin el apoyo de la infantería de Labieno. Eso
significa que nos pondremos en nuestras empalizadas y les gritaremos terribles
insultos a los partos en parto. Tengo a un tipo que ha escrito unas cuantas
palabras y frases que cinco mil hombres tendrán que aprenderse de corrido.
Cerdos, idiotas, hijos de ñuta, salvajes, perros, comemierdas, palurdos.
Cincuenta centuriones con las voces más potentes tendrán que aprender a decir
«¡Tu padre es un maricón!», «Tu madre la chupa» y «Pacoro es un porquero»; los
partos no comen cerdos y consideran a los cerdos impuros. La idea es conseguir
que se cabreen tanto que se olviden de las tácticas y carguen.
Mientras tanto, Quinto Silo habrá abierto las puertas del campamento y tumbado
las paredes laterales para dejar salir a nueve legiones a la carrera. Es
vuestra otra tarea, muchachos, decirles a vuestros hombres que no tengan miedo
de estos grandes mentulae en sus enormes caballos. Vuestros hombres
deben cargar como los guerreros nubios, debajo y alrededor de los caballos, y
descargar golpes de espada contra las patas. Una vez que el caballo haya caído,
golpead con la espada el rostro del jinete y cualquier otra parte no protegida
por la cota de malla. Todavía pienso usar a mis honderos, aunque no puedo estar
seguro de que vayan a ser de gran ayuda. Eso es todo, muchachos. Los partos
estarán aquí mañana bastante temprano, así que hoy nos dedicaremos a aprender
insultos partos y a hablar, hablar, hablar dispersaos y que Marte y Hércules
Invicto sean con nosotros.
JULIO PAULO PRUDENTÍSIMO
Julius Paulus Prudentissimus
fue uno de los más influyentes y distinguidos juristas romanos. Es también
conocido como Paulo. Además, fue pretor, sirviendo en la época de la Dinastía
Severa del Imperio romano.
Poco es lo que se conoce de la
vida y familia de Paulo. Fue un descendiente de una familia griega que
originalmente venía de un desconocido pueblo fenicio o de Patavium, actual
Padua, Italia. La posibilidad que esta última sea el origen se basa en una inscripción
encontrada en una estatua de este lugar, en honor a Paulo.
Durante los reinados de los
emperadores Septimio Severo y Caracalla, Paulo sirvió como jurista. Estuvo
exiliado por el emperador Heliogábalo, pero rescatado del mismo por Alejandro
Severo. Severo y su madre, Julia Mamea en 222, nombraron a Paulo como uno de
los consejeros del emperador entre 228-235. Paulo fue el Prefecto del pretorio
de la Guardia Pretoriana. Paulo fue contemporáneo al jurista Ulpiano. Paulo
aparentemente siguió la carrera del ex Pretor prefecto Papiniano. Gracias a su
cautela en opinión política, el emperador Gordiano III le otorgó el título
honorífico de Prudentissimus.
El jurista romano Herenio
Modestino describe a Paulo, junto con Ulpiano y Quinto Cervidio Escévola, como
uno de los grandes juristas romanos de su tiempo.
Paulo escribió 319 publicaciones
jurisprudenciales. Su trabajo fue bastante prolífico, en el que expresaba no
sólo análisis de lo dispuesto por otros juristas, sino que también daba su
punto de vista. Escribió sobre una gran variedad de temas y dejó un legado de
conocimiento jurídico.
Paulo, en su trabajo, comentó
sobre Javoleno Prisco, Quinto Cervidio, Marco Antistio Labeón, Salvio Juliano y
Papiniano. También citó a los juristas Macer y Herenio Modestino. Paulo
escribía con un estilo condensado e incluso oscuro. Sus publicaciones han
sobrevivido por fragmentos, por lo que se necesita de un gran cuidado en la
lectura para ser entendido.
Estos trabajos fueron
considerados, junto con los de otros cinco juristas, para hacer la ley de citas
en el año 426 por los emperadores romanos Teodosio II y Valentiniano III. Otro
legado fueron los escritos que contribuyeron a componer el Digesto, escrito y
compilado en el período del emperador Justiniano I en el siglo VI.
Una sexta parte del Digesto
está basada en el trabajo de Paulo, que es el segundo jurista más citado en esa
obra, después de Ulpiano, sumando entre ambos la mitad de las citas de la obra.
De los trabajos de Paulo que han
sobrevivido, las Sententiae y Filium son los que tienen fragmentos de un mayor
tamaño.