Si no fuera por mí, padres conscriptos, no existiríais. Puedo decirlo y lo digo. Si las leyes de Publio Sulpicio hubiesen permanecido inscritas en las tablillas, la plebe, ¡no ya el pueblo!, gobernaría ahora en Roma sin control alguno. El Senado sería otra reliquia con senadores insuficientes para alcanzar consenso. No se podrían dirigir recomendaciones a la plebe ni al pueblo, ni adoptar decisiones en asuntos que nosotros consideramos de estricta competencia senatorial. Así que, antes de que comencéis a llorar y gimotear respecto a la suerte de la plebe y del pueblo, antes de que comencéis a compadecer desaforadamente a la plebe y al pueblo, os sugiero que recordéis que este augusto organismo no existiría de no ser por mí.
Pasión por los romanos. Un blog de divulgación creado por Xavier Valderas que es un largo paseo por el vasto Imperio Romano y la Antigüedad, en especial el mundo greco-romano.
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lunes, 10 de diciembre de 2018
DISCURSO DE SILA EN EL SENADO EN SU ÚLTIMO DÍA COMO CÓNSUL
Si no fuera por mí, padres conscriptos, no existiríais. Puedo decirlo y lo digo. Si las leyes de Publio Sulpicio hubiesen permanecido inscritas en las tablillas, la plebe, ¡no ya el pueblo!, gobernaría ahora en Roma sin control alguno. El Senado sería otra reliquia con senadores insuficientes para alcanzar consenso. No se podrían dirigir recomendaciones a la plebe ni al pueblo, ni adoptar decisiones en asuntos que nosotros consideramos de estricta competencia senatorial. Así que, antes de que comencéis a llorar y gimotear respecto a la suerte de la plebe y del pueblo, antes de que comencéis a compadecer desaforadamente a la plebe y al pueblo, os sugiero que recordéis que este augusto organismo no existiría de no ser por mí.
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