Los
nabateos son gente moderada y tan laboriosa que castigan públicamente a los que disminuyen sus bienes y honran a los que los aumentan. Se los
emplea para intercambios pocos esclavos entre
ellos. A veces ellos mismos se sirven y esta costumbre la tiene incluso el
mismo rey. Forman grupos de 13 hombres y de
dos músicos. El rey tiene en su palacio muchos grupos de éstos. Ninguno bebe más que 11 copas de una vez y termina
con una copa grande de oro. El rey es de
tendencia democrática y, en vez de ser servido, él sirve a otros. Muchas veces
presenta en público sus cuentas al pueblo, y
otras veces incluso las acciones de su vida privada. Sus casas están generalmente hechas de piedra y sus ciudades
no tienen murallas, pues son pacíficos. Abundan los frutos naturales, salvo la aceituna. Usan sésamo. Sus ovejas tienen pelo blanco; sus bueyes son grandes; su tierra no cría caballos,
en lugar de ellos hay camellos. Los mismos
reyes salen a la calle sin túnica, sólo llevan cinturones, zapatillas, vestidos
pintados con púrpura... Creen que los cuerpos muertos son como estiércol. Como afirma
Heráclito: los cadáveres
hay que arrojarlos como
abono amontonado. Por esta razón, entierran incluso sus reyes al lado de sus retretes. Veneran al sol; ponen un altar en su casa,
hacen libaciones todos los días y usan
francincense... La capital de los nabateos se llama
Petra, porque se extiende por una planicie, pero alrededor está rodeada de rocas; fuera de ella hay arroyos y dentro de
la ciudad hay fuentes abundantes de
agua corriente y para los jardines...
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