Antaño solían aprender los romanos de sus mayores no
solo escuchándolos, sino, ademas, observando lo que ellos mismos habrían de
hacer con el correr del tiempo y lo que a su vez habrían de transmitir a sus
jóvenes generaciones. En los primeros años de su juventud se los iniciaba en el
servicio militar en el campamento, donde aprendían a mandar obedeciendo y a
convertirse en jefes haciendo de soldados rasos. Luego, al presentarse como
candidatos para los cargos públicos, permanecían de pie junto a las puertas del
Senado observando atentamente los consejos de Estado antes de tomar parte
activa en ellos. Cada uno tenia por maestro a su padre, y si era huérfano,
hacia en esto el papel de padre el mas anciano y distinguido de sus amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario