No se puede esperar que la tropas peleen bien si no
están bien alimentadas, y yo nunca estoy ajeno al sufrimiento de mis
legionarios. Si se raciona la comida de los legionarios, se raciona mi comida y
la de mis legados y tribunos. Si yo voy a pie acompañando a mis legionarios en
las marchas, ninguno de mis legados y tribunos monta en un caballo.
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