Aunque
a algunos de mi clase les deje perplejos, por una vez no coincido con la
opinión de mis iguales. Yo voté por Cayo Mario... Pero es que no sólo voté por Cayo Mario, sino
que se lo aconsejé a casi todos mis amigos y clientes. Yo estuve en Aurasio y vi
con mis propios ojos lo que sucede cuando el elitismo senatorial se antepone al
buen sentido romano. Y os digo sinceramente que si Cayo Mario fuese bizco como
César Estrabo, tan descarado como Pompeyo Estrabo, tan bajo de cuna como un trabajador
del puerto de Roma, tan vulgar como el caballero Sexto Perquetieno... aun así
le votaría. No creo que exista un militar de su talla, y yo no toleraría que
nombraran por encima de él a un cónsul que le tratase como Quinto Servilio
Cepio trató a Cneo Malio Máximo.
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