La gente es como es, y yo no
hallo mucha diferencia entre romanos, griegos, cartagineses, sirios o quienquiera
que sea, al menos en lo que atañe a envidia o codicia. La única manera posible
de que un hombre idóneo para el cargo pueda conservarlo para realizar todo lo
que es capaz, es nombrarle rey. Pero de hecho, no a título honorífico.
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