Cuando un pueblo está decidido a ser esclavo y se halla degradado,
es una locura tratar de animar de nuevo en él el espíritu de orgullo y honor,
de libertad y amor a las leyes, pues abraza con entusiasmo sus cadenas con tal
de que lo alimenten sin ningún esfuerzo por su parte. Por lo tanto, he hecho el
tonto.
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