¿Dónde están ahora la opulencia y la dignidad antiguas
de los romanos? Los romanos de antaño eran más poderosos; nosotros, los de
ahora, estamos sin fuerza. A ellos los temían; ahora somos nosotros los llenos de temor. Los pueblos bárbaros les
pagaban tributo; ahora nosotros somos tributarios de los bárbaros. Nuestros enemigos nos
hacen pagar incluso por la luz del día, y debemos comprar el derecho a vivir.
¡Ay, qué miserias soportamos! ¡Hasta qué estado hemos caído! ¡Hasta tenemos que
dar gracias a los bárbaros por el derecho a pagarles nuestro propio rescate!
¡Cosa humillante y miserable cual ninguna otra!
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