De
joven, César fue capturado por unos piratas que pidieron un rescate de veinte
talentos por él. Pensando que valía mucho más, él mismo se comprometió a
pagarles cincuenta. Durante los treinta y ocho días que permaneció cautivo,
mientras llegaba el rescate, les dijo muchas veces que volvería y los
crucificaría a todos. Los piratas pensaron que era una broma, pero en realidad
eso fue exactamente lo que hizo.
(
Plutarco en "Vida de Julio César")
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