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sábado, 8 de octubre de 2016

LA MUERTE DE TIBERIO


Detenido, sin embargo, por vientos contrarios y por los progresos de la enfermedad, se detuvo en una casa de campo de Lúculo, muriendo en ella a los setenta y ocho años de edad y veintitrés de su imperio, bajo el consulado de Cneo Acerronio Próculo y de Cayo Poncio Nigrino [16 de marzo del año 37 d.C.]. Hay quien cree que Calígula le había dado veneno lento; otros, que le impidieron comer en un momento en que le había abandonado la calentura; y algunos, en fin, que le ahogaron debajo de un colchón porque, recobrado el conocimiento, reclamaba su anillo, que le habían quitado durante su desmayo. Séneca ha escrito que, sintiendo cercano su fin, se había quitado el anillo como para darlo a alguien; que después de tenerlo algunos instantes, se lo había puesto otra vez en el dedo, permaneciendo largo rato sin moverse, con la mano izquierda fuertemente cerrada; que de pronto había llamado a sus esclavos y que, no habiéndole contestado nadie, se levantó precipitadamente, pero que, faltándole las fuerzas, cayó muerto junto a su lecho.


( Suetonio)







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