Por último ocúpate de que toda tu campaña electoral se
desarrolle con gran fastuosidad, que sea brillante, espléndida y atractiva para
el gusto popular, ofreciendo un aspecto de grandeza y dignidad. Y además, si es
posible de cualquier manera, que surja entre tus competidores algún escándalo,
en consonancia con el carácter de cada uno, relacionado con algún crimen, o con
su comportamiento sexual, con algún soborno.
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