Pros:
1.- Los pretorianos permanecen estacionados en Roma.
2.- El periodo de servicio es mas corto que en otros
cuerpos como las legiones o la marina.
3 .-La paga y las condiciones de jubilación son
excelentes.
4.- Reciben elevadas pagas extra cuando un nuevo
emperador asciende al trono.
5.- Existen buenas perspectivas de promoción con la jubilación.
Contras:
1.- De vez en cuando, si el emperador decide salir en
campana, hay que luchar.
2 .-Pensándolo bien, en realidad este es el único
inconveniente.
La Guardia Pretoriana es el destino sonado por todo
legionario. Los pretorianos están acantonados en la propia Roma, y solo abandonan
la ciudad si el emperador sale de campana. Su paga es mas alta y el periodo de
servicio mas corto. Y esta es solo la mitad de la historia. Puesto que la
Guardia Pretoriana es la mayor fuerza militar de la ciudad de Roma, su lealtad
resulta esencial para la tranquilidad del emperador. Un emperador inteligente
se asegurara de que los pretorianos son recompensados con liberalidad por cuidar
de su seguridad personal. El final del reinado de Calígula se produjo cuando
los jefes de la Guardia Pretoriana decidieron que no estaba capacitado para
seguir gobernando, y tras su asesinato fueron también los pretorianos quienes
obligaron al Senado a reconocer a Claudio como emperador. Mas recientemente, el
emperador Domiciano (asesinado en el 96 d. C.) subió una vez mas el sueldo a
los pretorianos, incrementando ademas sus privilegios, aunque su arrogancia los
haya hecho bastante impopulares en la capital.
Los pretorianos reciben su nombre del praetorium, la
tienda de campana ocupada por el general en un campamento del ejercito. Los soldados
con la misión de proteger dicha tienda, los pretorianos, terminaron por identificarse
con las tropas de elite de los generales. Su particular estatus termino por ser
regularizado por Augusto (naturalmente), tomando la Guardia Pretoriana una
forma similar a la actual durante el reinado del sucesor de Augusto, Tiberio.
El signo astrológico de Tiberio era Escorpio, reflejado en el escorpión que sirve
a los pretorianos como emblema. Se organizan en cohortes de 800 hombres cada una,
estacionadas en cómodos cuarteles en la colina romana del Viminal. Tienen también
una unidad de caballería, los equites singulares Augusti.
Los privilegios disfrutados por los pretorianos
estarían justificados si estos fuesen seleccionados de entre los mejores
soldados de las legiones, pero de hecho la mayor parte de los pretorianos son
alistados en su juventud, y existe un fuerte prejuicio a favor de los ciudadanos
italianos frente a los provinciales. (No obstante, las habilidades ecuestres de
los panonios y los sármatas les dan muchas mas opciones de ser aceptados si
solicitan un puesto entre los equites singulares Augusti.)
Tras
completar los 16 anos de servicio, muchos de estos soldados se reenganchan en
las legiones, donde ocupan puestos de oficial como centuriones, mientras que
otros se retiran con el considerable botín que el emperador les concede como
regalo de despedida. También se producen traslados en la dirección opuesta,
especialmente como ocurrió cuando el emperador Vitelio despidió a la Guardia
Pretoriana en bloque por haber apoyado a su rival Otón en el 69 d. C., reemplazándola
con sus propias tropas de las legiones de Renania.
Los mejores pretorianos y aquellos que gocen de mayor
favor pueden llegar a ascender al rango de centurión dentro de la misma Guardia
Pretoriana, siendo el puesto de Prefecto Pretoriano, comandante de la guardia
imperial, el más alto rango al que puede aspirar un soldado
profesional.
LA
GUARDIA PRETORIANA
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