En el
momento en que llegué a drene, Pinario me rindió su flota y sus cuatro
legiones. Había recibido órdenes de Antonio de marchar al este a través de
Libia a Paraetonium, pero al parecer no le agradó la idea de mudar a Cato
Uticensis y de recorrer centenares de millas a lo largo de una costa desierta.
Así que se quedó allí. Cuando me mostró las órdenes de Antonio, comprendí por
qué no había marchado. Antonio quiere una sonora batalla, aún no ha terminado.
He pedido transportes, César, y una vez que lleguen cargaré las legiones a
bordo para un viaje a Alejandría, escoltadas por la flota de Pinario. Aunque no
antes de la primavera, y no antes de recibir aviso de tu parte sobre cuándo
comenzar. Ah, se me olvidaba decirte que Antonio tiene la intención de reunirse
con Pinario y sus fuerzas en Paraetonium.
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