Ya qué
que necesitas vino, pero de ahora en adelante y mientras estés de campaña a mi
servicio, sólo beberás agua. El vino ya no lo encontrarás en ninguno de mis campamentos
de guerra, Antonio. Yo dirijo una operación sin bebida. Y si mis legados
seniors se conforman con agua, más vale que mi humilde cuestor haga lo mismo.
Además,
una vez que empiezas no puedes parar, y ésa es señal segura de una insana
adicción a una sustancia muy venenosa. Estar de campaña conmigo te vendrá bien.
En realidad, vas a estar tan sobrio que quizá descubras que las cabezas que no
duelen son capaces de pensar en serio.¡Y no te pongas a hacerme un discurso
sobre Gabinio,
ni se te ocurra protestar!. Él no fue
capaz de controlarte, yo sí lo soy.
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