A los
hombres en general les desagradan las mujeres que lloran; prefieren las mujeres
que ríen y les hacen reír a ellos. Ser hombre es dificilísimo: toda esa lucha
pública, obligados a pelear con uñas y dientes por todo, con enemigos acechando
por todas partes. Una mujer que les diera a los hombres de su vida más gozo que
angustia nunca carecería de amor, y tu Julia eres consciente de que si eres
así, a ti nunca le faltaría el amor.
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