En la mitología romana, Roma
era una divinidad que personificaba el estado Romano, o una personificación en
el arte de la ciudad de Roma (como se puede observar en la columna de Antonino
Pío).
Roma aparece por primera vez
el 269 a C en monedas romanas de Roma y también en monedas romanas de Locri (Calabria)
el 204 a C. Existe la hipótesis de que
las poblaciones no romanas también podrían haber dado atributos divinos de Roma.
Era representada vestida con
ropas largas, con yelmo y sentada, sensiblemente similar a la griega Atenea;
inicialmente era el genio de la ciudad y como tal fue adorada durante la república,
pero antes de Augusto no consta que tuviera ningún templo dedicado, si bien en
adelante empezaron a surgir templos y altares partes.
Los templos en Roma se
levantaban en Esmirna (195 a C), sin embargo, también encontramos cultos en
Roma en Efeso, Sardes y Delos. Su veneración la hizo oficial el César Augusto
en su carrera para llegar a "Princeps Senatus" o "Los Primus
entierran corta" (primer ciudadano del Senado y primero entre iguales,
respectivamente) como parte de una campaña de propaganda. De esta manera deificó
el concepto de Roma, construyó muchos templos para ella (a menudo como Templo
de Roma y Augusto), con una copia su Res Gestae junto a inscripciones que
popularizaban la nueva diosa.
Roma (ῥῶμη) quería decir
también "fuerza".
ESCULTURAS DE LA DIOSA DEA ROMA:
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