Os escribo, Cayo Memio, para
solicitar se me permita procesar a Tito Anio Albucio, gobernador propraetor de
nuestra provincia de Cerdeña, inmediatamente después de nuestro regreso a Roma
a finales del año. Como sabe esa cámara, hace un mes Tito Anio comunicó su éxito
en la erradicación del bandidaje en la provincia y solicitó una ovación por su
obra. Solicitud que le fue justamente denegada. Aunque quedaron erradicadas
ciertas redes de esos perniciosos individuos, la provincia no está ni mucho
menos libre de bandoleros. Pero mis razones para procesar al gobernador se
deben a su conducta antirromana al saber que su solicitud de ovación había sido
denegada. No sólo motejó a los miembros del Senado de pandilla de irrumatores
desconsiderados, sino que procedió, con grandes gastos, a celebrar una farsa de
triunfo por las calles de Carales. Yo considero esta acción como una afrenta al
Senado del pueblo de Roma, y ese burdo triunfo, una traición. De hecho, me
siento tan indignado, que me obstino en ser yo mismo quien dirija el proceso.
Os ruego me contestéis lo antes posible.

No hay comentarios:
Publicar un comentario