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jueves, 18 de diciembre de 2014

LOS ALOJAMIENTOS DEL CAMPAMENTO ROMANO


Nuestro hogar será un papilio, una tienda, normalmente hecha de cuero ungido con aceite (la piel de becerro y la de cabra son las opciones mas frecuentes), y en la que se alojaran ocho legionarios. El espacio, por tanto, no abunda, por lo que normalmente el equipo se deja apilado fuera, con el escudo dentro de su funda puesto encima para ofrecer al resto cierta protección.


En cuanto se entra en el campamento puede verse si el suelo esta húmedo. Cuanto mas embarrado este, mas bajas e inclinadas estarán las tiendas, porque los soldados plegaran la parte inferior de las paredes tendiendo un "aleron" de cuero para evitar dormir con la cabeza sobre el barro. Cuando mas baja sea la tienda, menor será el volumen interior, y mas fácil resultara caldearla con el calor corporal de los legionarios, algo que resulta muy útil cuando la campana de desarrolla en una primavera o un otoño fríos. Si el clima es caluroso, el frente de la tienda puede dejarse abierto y levantado, para permitir que corra la brisa por el interior.

 


Un detalle importante del diseño de la tienda es que los vientos sean bastante cortos, y los legionarios pronto aprenderán a moverse alrededor de ella  sin tropezar. Resulta poco sorprendente que las tiendas de los centuriones sean mas grandes y estén mejor equipadas que las de los soldados.


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