(...) No es vergüenza saber poco, sino perseverar obstinadamente en el
error.
(...) Todo el que rige su ánimo sereno con moderación y constancia y vive
en paz consigo mismo, de tal modo que ni la modestia le rinda, ni le quebrante
el temor, ni tenga sed y deseos vehementísimos, ni se resuelva en fútiles
gozos, éste y no otro es el sabio que buscamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario