Publio Licinio Valeriano
(fallecido hacia el 260 d.C.), emperador romano (253-260). Después del
asesinato de Cayo Vibio Treboniano Galo y la muerte del rival de éste, el
gobernador de Mesia y también emperador Emiliano, las tropas de aquél le
proclamaron emperador en el 253. Nombró ese mismo año a su hijo Galieno su
corregente, asociándole al poder y confiriéndole por tanto el título de
augusto.
Valeriano fue un dirigente hábil, pero a lo largo de su reinado ejércitos invasores amenazaron todas las fronteras del Imperio. Dejó a Galieno al cargo de las guerras occidentales para concentrarse en las invasiones de las fronteras orientales por parte de los godos y los persas.
Estos últimos,
gobernados por el rey Sasánida Sapor I, destruyeron el ejército romano que
mandaba Valeriano y le hicieron prisionero en Edesa (actual Urfa, en Turquía)
hacia el 260. Murió en cautiverio al poco tiempo y le sucedió Galieno como
único emperador nominal.
Valeriano fue un dirigente hábil, pero a lo largo de su reinado ejércitos invasores amenazaron todas las fronteras del Imperio. Dejó a Galieno al cargo de las guerras occidentales para concentrarse en las invasiones de las fronteras orientales por parte de los godos y los persas.
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