Al tratarse de personas extremadamente pobres, al
convertirse de pronto en dueños de grandes riquezas y de mujeres jóvenes y muy
hermosas, no fueron ya capaces de controlar su ánimo o de saciarse con lo que
poseían, sino que se hallaban tan borrachos... que querían llevarse ellos todo de regreso a Cartago. Y se movían por allí, no en grupos, sino solos o en
parejas....Y Belisario, tomando buena nota de todo esto, estaba desorientado
sobre cómo controlar la situación. Pero al romper el día, trasladó su tribuna a
una legión cercana al camino, apelando a la disciplina en ese momento
inexistente y haciendo reproches a todos, tanto a soldados como a oficiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario