CÉSAR AL PUEBLO DE ROMA

Civites, plebe de Roma, sé que mis detractores sois muchos, pero ahora que ha terminado la guerra civil, he perdonado la vida a tantos hijos de Roma, porque para mi el servicio a la grandeza de Roma es lo que está por encima de todos. Todos somos hijos de Roma, con antepasados comunes, todos somos romanos, todos queremos vivir en paz, y todos queremos tener un destino común en la antorcha de la civilización romana que nos legaron todos nuestros antepasados, y por eso tengo que perdonar a todos los romanos que optaron por el bando equivocado. Por eso a mis peores enemigos, los que se han salvado, y tienen talento para consulares o cualquier otro cargo de la magistratura romana, los he propuesto para los más altos cargos públicos de la República. ¿Creéis que he acertado en mis decisiones, o pensáis que estuvo más acertada la decisión de mi tío Lucio Cornelio Sila, de liquidar y exiliar a todos sus enemigos, apropiándose de tus propiedades para saldar las deudas de la República Romana?. Me gustaría conocer vuestra opinión, civiles, sin tapujos ni censuras. La libertad de expresión está garantizada dentro del pomerium sagrado de Roma; yo el dictador, os lo garantizo. ¡ Ave a todos ¡